El proyecto
La voluntad del tiempo
A partir del año 2009, he venido trabajando ininterrumpidamente en el proyecto “General León 51”, consistente en el registro minucioso de los espacios, elementos constructivos y datos históricos de la casa que ahí se ubica.
Mi intención ha sido recuperar los vestigios que el tiempo y sus habitantes han dejado desde el año de su construcción, en 1935. Para ese fin, me he valido del testimonio verbal y fotográfico de primera mano de la familia que originariamente la vivió, y de una compilación de más de tres mil fotos sobre su estado actual, acompañada de una serie de reflexiones sobre el vacío y el devenir, como instancias de posibilidades reveladoras.
Resultado de dicho trabajo, fue la aparición, en el año 2012, del libro “General León 51”, apoyado por Fonca-Conaculta, a través del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales.
El hecho de haberla mantenido en esas condiciones de inhabitabilidad y desuso, ocasionó que el espacio se manifestara y actuara. Que perdiera su carácter catastral y adquiriera una dimensión dinámica, tanto en lo meramente físico como en lo simbólico y conceptual. Recordemos que no hay imaginación sin memoria.
La casa se ha ido convirtiendo en un ensamble espacial móvil, ligado a juegos, coreografías, encuentros, fricciones, emociones, recuerdos, cuestionamientos, apropiaciones y lenguajes. Elementos que requieren ser trabajados para que su potencial se encauce y problematice.
Se trata, en palabras de Marc Augé, de volver a pensar el espacio. Y con él, agregaría, el tiempo que lo dinamiza y altera.
Para emprender tal cometido, he seleccionado cinco maneras de experimentar el vacío, su inserción en el tiempo y su significación humana.